En 1988, ilusionados por abrir una joyería, inauguraron su primer local/taller en Barcelona. Los dos tenían experiencia previa en el mundo de las joyas y las piedras preciosas.

Inspirados por unos padres de diferentes culturas, aventureros y emprendedores, y por qué no decirlo, extraordinarios, mi hermano y yo decidimos convertir Alama en una marca propia con carácter y transgresora. Estamos orgullosos de poder seguir en continuo crecimiento para construir una marca con significado, de la cual todos podamos sentirnos parte.

 

Para nuestra familia, las joyas siempre han sido una fuente de inspiración desde hace varias generaciones. Las joyas, independientemente del material, diseño o estilo, pueden representar infinidad de cosas: sentimientos, personas, símbolos, recuerdos, etapas y mucho más. 

 

La esencia de nuestra marca reside en el orgullo de pertenencia, en el descubrimiento personal para saber a dónde quieres ir sin olvidar de dónde vienes. 

 

Alama es un cambio de chip, una forma de vivir, un espíritu. Queremos que la marca represente evolución, libertad e igualdad. Una visión de progreso que cuestiona lo convencional y explora lo que significa hoy día la femineidad, independientemente del color de la piel o de la religión.  

We all matter 

 

El mundo necesita que las marcas tengan mensajes significativos, que contribuyan, por muy poquito que sea, a construir un futuro mejor.  

 

La familia, el amor y la igualdad racial son nuestra principal fuente de motivación y fortaleza. No existe fuerza como la de un mundo intercultural unido.  

 

En Alama queremos transmitir nuestro agradecimiento de corazón a todas esas personas que, de una forma u otra, han contribuido a estas causas. ¡Hay mucho más que está por venir! Tanto si realizas una compra o un simple mensaje de apoyo, cada pequeño gesto ayuda a marcar la diferencia.